Los brackets son un tratamiento comúnmente utilizado para alinear los dientes y corregir la mordida. Sin embargo, es común que se produzcan pequeñas heridas en la boca debido a la fricción de los brackets con la lengua, las mejillas y los labios. Estas heridas pueden ser muy dolorosas y dificultar la alimentación y el habla.

La primera medida para curar las heridas causadas por los brackets es mantener una correcta higiene bucal. Utiliza un cepillo suave y pasta de dientes con fluoruro para limpiar tus dientes y brackets después de cada comida. También es recomendable el uso de hilo dental y enjuague bucal para eliminar restos de alimentos que puedan causar más irritación. Mantener esta rutina diaria te ayudará a prevenir infecciones en las heridas y acelerará la cicatrización de las mismas.

Para aliviar el dolor y la inflamación, puedes aplicar sal en los puntos afectados. Disuelve una cucharadita de sal en medio vaso de agua tibia y haz gárgaras o enjuaga tu boca con esta solución. La sal actúa como antiséptico y antiinflamatorio. También puedes aplicar cera ortodóntica o vaselina en los brackets que causen más molestias para evitar que rocen con la boca.

Si la herida sangra, aplica presión con una gasa limpia durante unos minutos hasta que se detenga el sangrado y luego coloca una compresa fría para reducir la inflamación. Si el dolor es muy intenso, puedes tomar analgésicos recomendados por tu odontólogo. En cualquier caso, no te automediques ni apliques remedios caseros sin consultar a tu especialista.

Recuerda que las heridas causadas por los brackets son temporales y se curarán solas con el tiempo. Sin embargo, es importante seguir las recomendaciones de tu ortodoncista y no descuidar la higiene bucal para evitar complicaciones. Si tienes dudas o presentas algún problema, siempre debes consultar a tu dentista de confianza.