La hemorragia gingival es un problema común que afecta a muchas personas. Puede ser causada por una variedad de factores, como una mala higiene bucal, la presencia de enfermedades periodontales o el uso de medicamentos que afectan la coagulación de la sangre.

Para detener la hemorragia gingival, es importante seguir algunos pasos simples. En primer lugar, debe enjuagarse la boca con agua tibia y sal para eliminar los residuos y desinfectar el área afectada.

Luego, presione suavemente la zona sangrante con una gasa estéril o un paño limpio durante al menos 10 minutos. Esto ayudará a detener el sangrado al aplicar presión directa sobre la herida.

Si el sangrado persiste, puede intentar aplicar una compresa fría en el exterior de la mejilla o la encía afectada. Esto ayudará a reducir la inflamación y a controlar el flujo sanguíneo.

Además, es importante evitar comer o beber alimentos calientes o que puedan irritar la encía lesionada. Opte por alimentos blandos y fríos, como yogur o helado, para no agravar la situación.

Finalmente, si la hemorragia gingival no se detiene después de intentar estas medidas, es crucial consultar a un dentista profesional. El especialista podrá determinar la causa del sangrado y brindar el tratamiento necesario.