¿Por qué me muerdo el interior de la boca?

Cuando hablamos de morder el interior de la boca, nos referimos a esa sensación incómoda que experimentamos cuando nuestra mandíbula se cierra y nuestras dientes se clavan en la piel suave de los tejidos internos.

Mientras que morderse el interior de la boca ocasionalmente no es algo raro, hacerlo con regularidad puede ser un síntoma de un problema subyacente de salud o de comportamiento más serio que requerirá atención médica.

Las causas comunes de morder el interior de la boca pueden incluir:
  • Estrés y ansiedad: mucho estrés o ansiedad puede llevar a una tensión excesiva en los músculos de la mandíbula y a involuntarios movimientos de masticación o apretar los dientes;
  • Mala mordida: una mala alineación de los dientes (maloclusión) o una dentadura que no cierra adecuadamente puede conducir a morderse las mejillas, los labios o la lengua sin saberlo;
  • Dentaduras postizas: las dentaduras postizas que no ajustan correctamente también pueden frotar contra el tejido sensible de la boca y causar mordeduras;
  • Trastornos de la alimentación: las personas que sufren trastornos alimentarios como la bulimia o anorexia a menudo muerden el interior de sus mejillas o labios como un reflejo;
  • Hábitos de comportamiento: el hábito de morderse el interior de la boca puede convertirse en una costumbre con el tiempo y también puede tener un componente psicológico.

Si experimentas mordeduras frecuentes en el interior de la boca, es importante buscar atención médica para descartar la posibilidad de problemas dentales subyacentes o de trastornos de comportamiento graves. El tratamiento incluirá el control del dolor y la inflamación y la atención a cualquier problema de alineación o dentadura que cause las mordeduras.

¿Qué significa cuando te muerdes la boca por dentro?

Morderse la boca por dentro es una experiencia dolorosa en la que muchas personas sufren al menos una vez en su vida. Este acto involuntario suele ocurrir cuando estamos distraídos o ansiosos y cerramos los dientes sobre las mejillas o la lengua. Aunque es común, el dolor puede ser significativo y puede dificultar la alimentación y el habla.

El dolor que experimentamos cuando nos mordemos la boca por dentro se produce porque el tejido interior de la boca es sensible al dolor y también porque, a menudo, se produce una pequeña herida o una ampolla. Una vez que ocurre, la cura es sencilla y no requiere mucho tratamiento. Puedes aplicar hielo en el área afectada o enjuagar la boca con soluciones salinas para reducir la inflamación y aliviar el dolor.

Cuando mordemos la boca por dentro, además del dolor, puede haber una sensación irritante que dificulta la actividad diaria. Algunas cosas que puedes hacer para evitar morder la boca por dentro es prestar atención al momento de masticar, evitar comer alimentos duros y mantener la boca cerrada cuando no estés hablando. Si el hábito de morderse la boca persiste, es aconsejable buscar ayuda médica ya que esto podría ser una señal de ansiedad o trastornos emocionales subyacentes.

¿Qué puedo hacer si me muerdo la boca?

La mordedura accidental de la boca es bastante común y puede suceder por muchas razones. A menudo, puede ser una mordida involuntaria mientras come o habla. Independientemente de la causa, puede ser realmente molesto y doloroso, y es posible que se sienta tentado a seguir mordiéndolo.

Para evitar que empeore el dolor, lo primero que debes hacer es lavar la zona con agua fría y aplicar un cubo de hielo para reducir la hinchazón. Además, puedes aplicar un ungüento antiséptico para evitar infecciones y acelerar la curación.

Si las mordidas son frecuentes, es posible que desees considerar usar un protector bucal, especialmente si estás propenso a morder las mejillas o los labios mientras duermes. También puedes intentar mantener tu boca ocupada con chicle sin azúcar o masticando bocadillos saludables para distraerte y evitar mordiscos involuntarios.

En casos graves, un dentista puede hacer ajustes en los dientes para evitar que se produzcan mordeduras repetitivas. Lo mejor que puedes hacer a largo plazo es mantener una buena higiene bucal, cuidar tus dientes y evitar el estrés para reducir la probabilidad de mordeduras involuntarias.