Las boqueras, también conocidas como ulceras aftosas, son pequeñas heridas que aparecen en la boca y pueden provocar dolor y molestia al hablar, comer o incluso al cepillarse los dientes. Aunque se desconoce la causa exacta de su aparición, se cree que pueden estar relacionadas con una deficiencia nutricional o una mala higiene oral.

Cuando las boqueras aparecen, es importante evitar la comida picante o ácida, ya que pueden irritar la herida y hacer que se inflame y duela aún más. Además, tampoco conviene fumar ni beber alcohol, ya que ambos pueden retrasar la curación e incluso llegar a empeorar la condición.

Por lo general, las boqueras suelen desaparecer por sí solas después de unos pocos días o una semana. No obstante, si el dolor o la inflamación persisten, es recomendable visitar a un dentista o médico, quien podrá recetar medicamentos o tratamientos tópicos para acelerar la curación.

En definitiva, aunque las boqueras pueden ser un tanto incómodas, no suelen ser un motivo de preocupación, siempre que se tomen las medidas necesarias para evitar que se inflamen o empeoren. Si continúan causando molestia o dolor, es importante acudir a un profesional para recibir el tratamiento adecuado y lograr una pronta recuperación.