¿Que debes saber sobre los brackets?

Los brackets son una herramienta muy común para corregir las maloclusiones dentales, es decir, la mala posición de los dientes y la mandíbula. Son una opción muy popular entre los ortodoncistas, ya que son eficaces y pueden utilizarse para solucionar una gran variedad de problemas dentales.

Existen diferentes tipos de brackets, como los brackets metálicos tradicionales, los brackets estéticos y los brackets linguales. Los bracket metálicos son la opción más común y económica, pero pueden ser menos estéticos. Los brackets estéticos, por su parte, se fabrican con materiales más transparentes e imitan el color de los dientes, lo que los hace menos visibles. Por último, los brackets linguales se colocan en la parte posterior de los dientes, lo que los hace completamente invisibles.

El tratamiento con brackets puede durar varios meses o incluso años. Durante este tiempo, es importante cuidar bien la higiene bucodental y limitar o evitar ciertos alimentos que puedan dañar los brackets, como los caramelos pegajosos o los frutos secos.

En conclusión, los brackets son una opción popular y efectiva para corregir los problemas dentales y pueden utilizarse durante un período prolongado de tiempo. Es importante elegir el tipo de brackets adecuado, cuidar bien la higiene bucodental y evitar ciertos alimentos durante el tratamiento. Si estás considerando la opción de los brackets, ¡asegúrate de hablar con un ortodoncista para obtener más información!

¿Que hay que saber antes de los brackets?

Cuando se trata de ortodoncia, muchas personas optan por los brackets para corregir sus problemas dentales. Sin embargo, antes de tomar cualquier decisión, es importante poner en la balanza los pros y los contras. Aquí te presentamos lo que debes saber antes de los brackets.

Los brackets pueden mejorar la estética de tu sonrisa, pero también pueden causar algunas incomodidades. Los brackets pueden causar dolor al principio, especialmente cuando muerdes tus alimentos. También pueden irritar la zona bucal, causando heridas en los labios y la lengua. Además, la limpieza puede ser más difícil con los brackets, ya que los alimentos pueden quedar atrapados y provocar caries dentales.

El costo del tratamiento de los brackets varía según cada caso, por lo que es importante que preguntes a tu ortodoncista cuál sería el costo específico de tu tratamiento. Además, algunos seguros de salud pueden cubrir ciertas partes del tratamiento. Si no estás seguro, consulta con tu proveedor de seguros de salud.

Los brackets pueden requerir más visitas al dentista para ajustes y revisiones del tratamiento. Por lo tanto, es necesario que consideres el factor del tiempo y asegurarte de que tienes suficiente disponibilidad para estas visitas. Puede tomar meses o años para completar el tratamiento, por lo que es importante estar comprometido con el proceso.

En resumen, los brackets son una opción popular y efectiva para corregir problemas dentales, pero también tienen sus desafíos. Antes de tomar cualquier decisión, es importante hablar con tu ortodoncista para determinar si es la mejor opción para tus necesidades y estilo de vida.

¿Qué es lo primero que te hacen cuando te ponen brackets?

Cuando te colocan brackets en tus dientes, el primer paso es la limpieza minuciosa de los mismos. Esto se hace para asegurarse de que no haya residuos de comida o suciedad en los dientes, ya que esto puede causar problemas a largo plazo.

Luego, el dentista o ortodoncista toma medidas precisas de tus dientes para crear los brackets personalizados. Estos brackets son pequeñas piezas metálicas o de cerámica que se adhieren a la parte frontal de tus dientes con un adhesivo dental.

Una vez que los brackets están en su lugar, el orthodontista coloca la arco de alambre a través de ellos. Este alambre conecta cada bracket y ayuda a aplicar presión constante en los dientes para que se muevan gradualmente a su posición deseada.

Es normal sentir un poco de incomodidad o dolor después de la colocación de los brackets, pero esto debe desaparecer en unos pocos días. Además, los brackets pueden ser un poco difíciles de mantener limpios, por lo que se debe prestar mucha atención a la higiene dental para prevenir problemas.

¿Que no se puede hacer después de ponerse brackets?

Después de ponerse brackets, hay algunas cosas que debemos tener en cuenta para mantener nuestra salud bucal y evitar problemas con el tratamiento. Es importante recordar que no todo lo que hacíamos antes de los brackets se puede hacer ahora con ellos puestos.

Por ejemplo, comer alimentos pegajosos, duros o difíciles de masticar puede dañar los brackets y alargar el tiempo del tratamiento. Evita todo lo que sea difícil de cortar con un cuchillo sin apoyar en los dientes o que requiera mucho esfuerzo para morder. También hay que evitar los caramelos, las galletas duras y los frutos secos, entre otros alimentos que podrían dañar los brackets.

Otro punto a tener en cuenta es la higiene bucal. Luego de ponerse brackets, tenemos que asegurarnos de mantener una buena higiene dental, lo que implica cepillarse después de cada comida y usar hilo dental a diario. Los brackets hacen que sea más difícil limpiar los dientes, por lo que hay que ser minucioso y dedicarle más tiempo al cepillado. Además, hay que usar cepillos especiales para brackets para alcanzar los espacios más pequeños.

Por último, es importante recordar que no se pueden fumar o masticar chicle durante el tratamiento de ortodoncia. El humo del tabaco puede causar manchas en los dientes y dañar los brackets, mientras que el chicle puede pegarse a los brackets y dificultar su limpieza.

En resumen, después de ponerse brackets, hay que prestar atención a lo que se come, mantener una buena higiene dental y evitar ciertos hábitos que podrían perjudicar el tratamiento.

¿Qué hacer para acostumbrarse a los brackets?

Acostumbrarse a los brackets puede ser un proceso incómodo y doloroso, pero con algunos consejos simples, puedes hacer que el proceso sea más fácil y llevadero.

En primer lugar, es importante tener en cuenta que los brackets no son permanentes. Sí, estarás con ellos durante un tiempo, pero finalmente serán retirados y tus dientes estarán hermosos y bien alineados. Mantén esta meta en mente para motivarte.

Otro consejo útil es llevar alimentos suaves. Los primeros días después de la colocación de los brackets, tus dientes y mandíbula pueden sentirse doloridos y sensibles. Evita los alimentos duros o pegajosos, como caramelos o nueces. En su lugar, opta por alimentos suaves, como puré de patatas, yogur o sopas. Además, puedes aprovechar esta oportunidad para experimentar con comidas nuevas y diferentes.

Mantén tus brackets limpios y en buen estado. Lávate los dientes con regularidad y usa hilo dental para eliminar cualquier acumulación de comida. Si tienes problemas para limpiar entre los brackets, puedes usar un cepillo interdental o enjuague bucal.

También puede ser útil tener algunos analgésicos a mano para aliviar el dolor y la incomodidad. Consulta con tu ortodoncista si tienes preguntas sobre qué medicamentos son seguros para tomar mientras usas brackets.

Por último, habla con tu ortodoncista acerca de cualquier problema o preocupación que tengas. Te proporcionará orientación y consejos personalizados para ayudarte a acostumbrarte a tus nuevos brackets y hacer que el proceso sea lo más fácil posible.