Los dientes agrietados pueden ser dolorosos y preocupantes para muchas personas. Si has experimentado una grieta en uno o más dientes, ¡no te preocupes! En este artículo, discutiremos algunos pasos importantes que debes seguir para tratar tus dientes agrietados.

En primer lugar, es importante que programes una visita con tu dentista lo antes posible. La mayoría de las veces, una grieta en los dientes no es visible a simple vista y solo puede ser detectada por un profesional dental. Si no se trata, una grieta en los dientes puede aumentar en tamaño y causar complicaciones graves, como caries o incluso infecciones en la raíz del diente.

Una vez que tu dentista haya evaluado la grieta en tu diente, determinará el mejor curso de acción a seguir. Si la grieta es leve, es posible que tu dentista simplemente necesite suavizar los bordes de la misma. Si la grieta es más profunda, es posible que tu dentista necesite colocar una corona dental para proteger el diente afectado. En otros casos, es posible que necesites someterte a un procedimiento de endodoncia o incluso extracción dental.

Otro paso importante que debes seguir si tienes un diente agrietado es evitar comer alimentos duros, pegajosos o calientes. Estos alimentos pueden ejercer presión sobre la grieta en su diente y empeorar el problema. También es importante que evites morder objetos duros o utilizar tus dientes para abrir objetos, como botellas de cerveza o bolsas de plástico. Además, para evitar la sensibilidad dental, es mejor evitar alimentos y bebidas fríos o calientes.

Es más, si experimentas dolor o hinchazón en el área afectada de tu diente, puedes aplicar una compresa fría en la mejilla exterior para aliviar el dolor. Si bien esto no resolverá el problema de la grieta, puede ayudarte a sentirte más cómodo mientras esperas la visita al dentista.

En resumen, si descubres que tienes un diente agrietado, no dudes en programar una visita con tu dentista lo antes posible. Tu dentista evaluará el grado de la grieta y determinará el mejor curso de acción. Mientras tanto, evita alimentos duros, pegajosos o calientes y aplica una compresa fría para aliviar el dolor.