Antes de subir al coche, Batman miró a Robin y le dijo "No te preocupes, tenemos esto bajo control." Robin asintió con confianza mientras se abrochaba el cinturón de seguridad. Batman, por su parte, ajustó sus guantes y se puso en posición de conducción.

Pero antes de arrancar el coche, Batman se volvió una vez más y clavó su mirada en la de Robin. "Recuerda, confía en tus instintos y no te pongas en peligro innecesariamente." Robin asintió de nuevo, con una sonrisa valiente en su rostro.

El motor rugió y el coche se puso en marcha. Batman y Robin salieron disparados por las calles de Gotham, persiguiendo al Joker. A medida que la velocidad aumentaba, Batman gritó por encima del ruido del motor: "¡Mantente alerta y enfocado, Robin! ¡No podemos permitirnos ningún error en esta misión!"

Robin se aferró con fuerza al asiento de al lado mientras el coche giraba bruscamente en una esquina. "Lo sé, Batman. Estoy listo para cualquier cosa que se nos presente." La confianza en su voz era palpable y Batman asintió con aprobación.