Cuando estornudamos, el cuerpo expulsa aire a gran velocidad para liberar alguna partícula que se encuentra en las vías respiratorias. Por norma general, un estornudo no debería tener ningún olor. Sin embargo, en algunos casos, puede oler mal.

Esta situación no es muy común, pero puede darse cuando se presentan ciertas condiciones médicas como sinusitis, rinitis crónica o infecciones bacterianas. Estas condiciones pueden producir un aumento en la producción de moco en las cavidades nasales, lo que puede derivar en un olor desagradable en el estornudo.

Otro factor que puede provocar un estornudo maloliente es una dieta poco equilibrada. Algunos alimentos, como la cebolla o el ajo, contienen compuestos sulfurosos que, al ser ingeridos, pueden producir un olor a través del aliento y la sudoración. Si se tiene un exceso de estos compuestos, pueden ser expulsados mediante el estornudo, lo que produce un olor desagradable.

¿Qué hacer en caso de que un estornudo huela mal? Lo primero es identificar si se padece alguna condición médica y consultar con un especialista. En el caso de una dieta poco equilibrada, se puede intentar reducir el consumo de los alimentos que producen el olor y equilibrar la alimentación con una dieta rica en frutas y verduras. Siempre que se presenten síntomas persistentes, es importante contactar con un especialista para recibir el tratamiento adecuado.