Limpiar nuestros dientes es una actividad fundamental para garantizar una buena salud bucal. Por ello, se suele recurrir a todo tipo de productos para llevar a cabo la tarea de forma efectiva. Uno de los productos que se ha utilizado desde hace mucho tiempo es el agua oxigenada.

El agua oxigenada se utiliza como un desinfectante y blanqueador dental, y por lo general se utiliza en diluciones bajas para evitar riesgos. Pero, ¿qué pasa si limpiamos nuestros dientes con agua oxigenada de forma constante?

En primer lugar, debemos considerar que el agua oxigenada puede ser muy abrasiva para el esmalte dental, lo que puede llevar a su desgaste y, por tanto, a una mayor sensibilidad dental. Además, si se utiliza en cantidades altas, el agua oxigenada puede causar quemaduras en la mucosa oral.

Otro factor importante a tener en cuenta es que el agua oxigenada no combate el sarro ni la placa dental, dos de las principales causas de problemas dentales. Por tanto, utilizar agua oxigenada no sustituye la limpieza dental diaria y regular.

En conclusión, utilizar agua oxigenada para la limpieza dental puede ser efectivo en pequeñas cantidades y bajo supervisión médica, pero no es recomendable utilizarlo de forma constante como sustituto de la higiene dental habitual. Si experimentamos dolor o sensibilidad dental al utilizar agua oxigenada, debemos consultar inmediatamente con nuestro dentista.