El frenillo es una pequeña banda de tejido que conecta la lengua con el suelo de la boca, permitiendo su movimiento. Sin embargo, en algunas personas puede causar problemas si es muy corto o está demasiado tenso. En estos casos, puede ser necesario cortar el frenillo a través de un procedimiento quirúrgico, conocido como frenectomy.

Si la intervención es realizada correctamente por un profesional de la salud, no debería haber ningún riesgo grave para el paciente. Sin embargo, es posible que se experimente dolor o incomodidad durante unos días después de la cirugía. Para reducir la molestia, se pueden aplicar compresas frías en el área afectada y se pueden tomar analgésicos recetados por el médico.

Después de la cirugía, es posible que se produzcan pequeñas cantidades de sangrado y/o inflamación en el área afectada, que normalmente desaparecerán por sí solas. Para evitar complicaciones, es importante seguir las recomendaciones del profesional de la salud, como la adopción de una dieta suave durante los primeros días, la limpieza adecuada de la zona y evitar masticar chicles o alimentos duros durante un período de tiempo específico.

En resumen, si se corta el frenillo en una cirugía de frenectomy, es importante estar preparado para sentir algo de incomodidad y seguir las instrucciones del médico para evitar problemas mayores. La mayoría de los pacientes se recuperan sin complicaciones y pueden disfrutar de una mejor calidad de vida después del procedimiento.