Al toser o expectorar, algunas personas se han dado cuenta de que su moco o flema tiene sangre. Esta situación es llamativa y un tanto alarmante, aunque en algunos casos puede ser relativamente común.

El esputo hemoptoico, que es el nombre médico para la presencia de sangre en la flema, puede ser producido por diversas causas.

Una de las razones más comunes es un simple resfriado o gripe. Cuando hay una infección en las vías respiratorias, el cuerpo aumenta la producción de moco y puede ocurrir que se rompan pequeños vasos sanguíneos al expulsar la flema o toser con fuerza.

Otra razón podría ser una infección respiratoria más grave, como la neumonía o la bronquitis. En estos casos, la presencia de sangre en la flema implica una inflamación más severa y una mayor irritación de las vías respiratorias.

También puede haber causas más serias relacionadas con enfermedades pulmonares crónicas o incluso cáncer de pulmón. Si la sangre en la flema se presenta con síntomas como tos crónica, dificultad para respirar, dolor torácico o pérdida de peso, es importante consultar a un médico de manera inmediata para descartar cualquier problema más grave.

En resumen, tener sangre en la flema puede ser un signo de una infección respiratoria leve o de una condición médica más grave. Por esta razón, es importante prestar atención a cualquier otro síntoma que pueda acompañarla, y siempre consultar a un médico para asegurarse de que no se trata de un problema que requiera un tratamiento urgente.