Los brackets son una herramienta ortodóntica que se utiliza para el tratamiento de distintas afecciones dentales. Están compuestos por varias piezas que trabajan conjuntamente para corregir la posición de los dientes. Es importante conocer el nombre de cada una de ellas para entender cómo funciona el mecanismo de los brackets.

La banda es la pieza que se coloca en los molares para sostener el arco y anclar los brackets. Suele estar hecha de metal o cerámica y se une al arco mediante un tubo.

El arco es una pieza de alambre que se coloca en los brackets para ejercer presión y mover los dientes a su posición adecuada. Los arcos pueden ser de diferentes materiales, como metal o níquel-titanio, y de diferentes formas según el tratamiento que se esté realizando.

Las ligaduras son pequeñas bandas de goma o metal que se utilizan para sujetar el arco a los brackets. Son las encargadas de mantener el arco en su sitio y de permitir que este ejerza presión en los dientes para moverlos.

Los brackets son las piezas clave del tratamiento ortodóntico. Son pequeñas piezas de metal o cerámica que se colocan en la superficie de cada diente. Existen diferentes tipos de brackets, como los metálicos, los de cerámica o los autoligables, cada uno con sus ventajas y desventajas.

En resumen, los brackets están compuestos por varias piezas, como la banda, el arco, las ligaduras y los brackets propiamente dichos. Cada una de estas piezas cumple una función específica en el tratamiento ortodóntico para conseguir alinear los dientes y mejorar la salud bucal en general.